Esta técnica, aunada a la del mimetismo, como el que utilizan los camaleones, podría llevarnos a cambios inimaginables en nuestra forma de interactuar con el mundo. Los meta-materiales, responsables de esta hazaña, son materiales artificiales que puede controlar la forma en que la luz que incide sobre ellos es devuelta hacia el ojo que los percibe, es decir, no absorben ni dispersan la luz, si no que la devuelven tal como la recibieron, sin siquiera proyectar sombras; se dice que tienen un "índice de refracción negativo".Así lo explica Jason Valentine, uno de los investigadores del proyecto:
En materiales presentes en la naturaleza el índice de refracción, una medida de cómo se desvía la luz en un medio, es positivo [...] Cuando ves un pez en el agua, parece estar delante de la posición en la que realmente está. [...] En lugar de que el pez parezca estar ligeramente por delante de donde está, [con un índice de refracción negativo] parecería que está por encima de la superficie.Cualquier objeto envuelto en una capa de este tipo de material, sin importar su tamaño ni construcción, sería parcialmente invisible a los ojos, como se ve en las fotografía de los diez materiales más extraños del Universo. Allí se explica que los meta-materiales también pueden hacer que un objeto sea inaudible y hasta indetectable para los radares. El mismo principio podría aplicarse a cualquier tipo y longitud de onda. Veamos un ejemplo concreto para las longitudes de onda de luz visible:
Sí, los japoneses ya lo habían inventado hace un buen tiempo. Así es que, inevitablemente, a mediano plazo contaremos con tanques de guerra, aviones y misiles completamente indetectables. Y no estoy hablando de superficies foto-replicativas (que proyectan lo que se ve detrás), si no de superficies absolutamente invisibles, inaudibles e inmunes a casi cualquier dispositivo de detección.Yendo un poco (bastante) más allá, una verdadera curvatura de la luz, sin embargo, implicaría curvar el tejido del espacio-tiempo alrededor del objeto, como lo predijo Einstein y más tarde fue comprobado que lo hacía la gravedad desde que existe el Universo. Por supuesto que estamos muy lejos de verlo... pero no es descabellado pensar en eso en una era en que un Gran Colisionador de Hadrones intenta recrear el Big-Bang...
En materiales presentes en la naturaleza el índice de refracción, una medida de cómo se desvía la luz en un medio, es positivo [...] Cuando ves un pez en el agua, parece estar delante de la posición en la que realmente está. [...] En lugar de que el pez parezca estar ligeramente por delante de donde está, [con un índice de refracción negativo] parecería que está por encima de la superficie.Cualquier objeto envuelto en una capa de este tipo de material, sin importar su tamaño ni construcción, sería parcialmente invisible a los ojos, como se ve en las fotografía de los diez materiales más extraños del Universo. Allí se explica que los meta-materiales también pueden hacer que un objeto sea inaudible y hasta indetectable para los radares. El mismo principio podría aplicarse a cualquier tipo y longitud de onda. Veamos un ejemplo concreto para las longitudes de onda de luz visible:
Sí, los japoneses ya lo habían inventado hace un buen tiempo. Así es que, inevitablemente, a mediano plazo contaremos con tanques de guerra, aviones y misiles completamente indetectables. Y no estoy hablando de superficies foto-replicativas (que proyectan lo que se ve detrás), si no de superficies absolutamente invisibles, inaudibles e inmunes a casi cualquier dispositivo de detección.Yendo un poco (bastante) más allá, una verdadera curvatura de la luz, sin embargo, implicaría curvar el tejido del espacio-tiempo alrededor del objeto, como lo predijo Einstein y más tarde fue comprobado que lo hacía la gravedad desde que existe el Universo. Por supuesto que estamos muy lejos de verlo... pero no es descabellado pensar en eso en una era en que un Gran Colisionador de Hadrones intenta recrear el Big-Bang...
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